Ya era rápida, mucho. Tanto como para que Weldon Langat estableciera el récord en 26:34. Tanto para que Majida Maayouf fijase el tope para las féminas en 31:21. Por no hablar de los miles de runners que arribaban a las puertas de la Casa de Campo con una sonrisa que daba la vuelta a la cabeza: porque miraban el reloj suspendido bajo el arco de meta y asistían al funeral de su personal best en 10K.
Era, decíamos, rápida. Una zanahoria para los fajadores de los domingos. Una invitación a dejarse caer desde la parte alta de la ciudad a la orilla del Manzanares. Un corte de mangas al cronómetro. Perfil favorable, sí, ¿y qué pasa? “Si mis sueños no te dejan dormir, cuenta ovejas”, canta el filósofo Lichis. Un regalo de MAPOMA, los organizadores, que llevan en el convento desde que al running se le decía sólo correr, o footing, si tenías pulsiones anglosajonas. Tentación para todos, multiplicación de los latidos y los ritmos que satisface al popular y al profesional. Porque a nadie le amarga un dulce, y correr lo más deprisa que puedes es una sensación fabulosa.
Pues bien, lo que parecía un ejercicio de velocidad insuperable ha dejado de serlo. Nuevo recorrido, nuevas ilusiones. Efectivamente, es todavía más salvaje el trazado, un tobogán de asfalto para jugar a Cheptegeis y Hassanes. De Sinesio Delgado (740 m) al Paseo de Camoens (620 m). Bajar, bajar, y volver a bajar (las subidas, cortas y leves, son apenas un espejismo). Rectas por doquier; cinco curvas, bien abiertas todas. Una locura, vaya. No extraña que sólo 24 horas después de abrirse las inscripciones 1000 mil galgos hayan dado el sí quiero. Hay 8000 plazas disponibles, en principio hasta el 29 de mayo (aunque visto el frenesí en la caza de dorsal sería rarísimo que para entonces quedase uno sin adjudicar). Desde ahora, hasta alcanzar la cifra de 5000 inscritos o la fecha del 31 de marzo, tienen un coste de 19 euros (más 3 de licencia de un día de la RFEA). A partir del 5001 o el 1 de abril, el precio asciende a 22 euros (a los que sumar los 3 de licencia).
Todo ello inspirado en aquellos orígenes, en los pantalones ceñiditos, en las camisetas de tirantes, los calcetines altos… el imperio del algodón. Porque no mienten los hombres y mujeres que ha diseñado esta atractiva fusión entre pasado y modernidad, entre juerga y rendimiento deportivo. No hay más que ver sus lemas: ‘El 10K más rápido del mundo (posiblemente)’ y ‘La carrera más retro de la historia (seguramente)’. Si no tienes planes para el domingo 2 de junio, ya sabes. Si los tienes, pero te gusta dar zancadas a tope de revoluciones, anúlalos.