Madrid Vuelve a Correr por Madrid reunió a 5000 participantes que afrontaron los 10 km de su céntrico recorrido bajo un estricto protocolo sanitario.
Desde que en el invierno de 2020 parasen sus cronómetros, sus ilusiones, sus vidas, los runners madrileños no se habían vuelto a juntar. A reunir como entonces. Vieja normalidad. Contando en miles, no en cientos. Ha ocurrido en Madrid Vuelve a Correr por Madrid, nombre modificado para la ocasión de la clásica Madrid Corre por Madrid (promovida por la Comunidad de Madrid y la Fundación Madrid por el Deporte), la prueba de 10 km que la gran mayoría de fondistas vocacionales escogen para iniciar su temporada. Y ha sucedido bajo un estricto protocolo sanitario: salidas por oleadas (15 minutos separaron a los primeros de los últimos), uso de mascarilla en la pre y post competición… Y por supuesto el paquete completo de medidas que toda la población podríamos recitar de memoria, hacia delante y al revés.
La nomenclatura no fue lo único que mutó esta vez. También el circuito. Partieron los hombres y mujeres de pantalón corto desde los alrededores de la Plaza de Colón, en pleno Paseo de la Castellana. La meta estaba algo más abajo, lindando con Cibeles. Pero claro, escogieron el camino largo, el del esfuerzo y la diversión, el del running. Un trazado rápido para los que supieron gestionar bien las fuerzas. Comenzaba subiendo levemente hasta alcanzar el Estadio Santiago Bernabéu (otro que regresaba hoy). Lo dejaba a su costado izquierdo para, poco después, afrontar la cuesta de Concha Espina (el punto más complicado) antes de abandonarse a la velocidad sin freno de la calle Serrano. Todo tieso para abajo. En tromba. Pies para qué os quiero. Hola Puerta de Alcalá. Hola Estación de Atocha. Y de nuevo recto, subiendo muy, muy progresivamente. Museo del Prado. Neptuno. Cibeles. Meta.
El primero en solventar el reto fue Alejandro Arias. 32 minutos y 59 segundos. A 3:17 minutos el kilómetro. Natalia Galisteo se impuso en la versión femenina (39:40, a 3:58 el mil). Puedes consultar las clasificaciones completas de la prueba AQUÍ.
También el circuito. Partieron los hombres y mujeres de pantalón corto desde los alrededores de la Plaza de Colón, en pleno Paseo de la Castellana. La meta estaba algo más abajo, lindando con Cibeles. Pero claro, escogieron el camino largo, el del esfuerzo y la diversión, el del running.
Como todos los eventos organizados por Mapoma, el componente solidario estuvo presente. Eso no lo para la pandemia. Ni nadie. Durante la ceremonia de premiación se entregó un cheque de 5000 euros a la ONG Envera (un euro por cada uno de los 5000 inscritos), que trabaja por la inclusión laboral de las personas con discapacidad. La siguiente gran cita del asfalto madrileño tendrá lugar el 26 de septiembre: EDP Rock ’n’ Roll Madrid Running Series. 10, 21 y 42 km. Palabras mayores se esperan ese domingo: ¡30 000 corredores!