Entrevista a Julián Iglesias, marchador apasionado que en 2019 competirá por octava vez consecutiva en el EDP Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón & ½
Con más de 100 maratones en sus piernas, Julián Iglesias ha convertido
la marcha en su estilo de vida. Con su motivadora equipación de España, su
dorsal 32 de Leira Almagro por el ELA y su eterna sonrisa, este año irá a por
su octavo maratón en Madrid, ciudad que le ha visto evolucionar y en la que
siente los ánimos de corredores y ciudadanos como en ninguna otra.
Un entusiasta al que todavía le quedan muchos retos por superar, y que
conquista metas y almas allí donde pisa.
P: ¿Por qué empezaste a hacer marcha?
R: Siempre me ha gustado el deporte. Hacía marcha de pequeño, gané carreras y también solía jugar al baloncesto. Sin embargo, En el año 1993 lo dejé más abandonado y apenas hacía ejercicio. Pero en 2009 quise darle un giro a mi vida. El día que mi mujer me pidió matrimonio, decidí dejar de fumar. Eso sí, no podía dejar un vicio sin engancharme a otro mejor. Y elegí uno al que, a día de hoy, todavía soy adicto: empecé a marchar de nuevo. Y estrenarme en el EDP Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón & ½ me hizo más vicioso todavía, porque ha sido sin duda una de las mejores experiencias de mi vida. Por eso, no falto a la cita cada año.
P: ¿Alguna vez te has sentido raro o especial por hacer marcha en lugar de correr?
R: En absoluto. Dentro del mundo de los maratonianos, lo raro es que alguien te diga algo feo. La gente, cuando me ve haciendo marcha, me anima con ímpetu, son muy agradables y son, como yo digo, una requeté motivación.
P: ¿Ventajas y desventajas de hacer marcha?
A veces, ver como gran cantidad de corredores que van simplemente trotando te pasa por delante, puede llegar a desmotivar un poco. O incluso hay días que todo te cuesta más, y te sientes más incapaz que otros. Pero esto también ocurre a la inversa.
De todos modos, todos estos pequeños inconvenientes pasan a un segundo plano con la alegría y calor que me da el público en las carreras, especialmente en el EDP Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón & ½. En Madrid la gente me conoce, grita mi nombre, me anima… Es una carrera que tiene una animación brutal, que es la mayor motivación que cualquier corredor puede tener. Eso, y darme cuenta de que soy capaz. Muy capaz. Porque ponerse en la línea de salida muchas veces es lo más duro. Hay mañanas que te enfrentas a molestias estomacales, algún calambre… Pero llegar a meta después de 42 kilómetros y darte cuenta de que has podido con todo eso, es una auténtica pasada.
P: De los más de 100 maratones que llevas en tus piernas… ¿Qué has aprendido desde el primero hasta el último?
R: He aprendido a adaptarme a las circunstancias y a sacar siempre lo mejor. A veces, no puedo hacer la marca que quiero porque las condiciones de ese día o mi estado físico pueden ser peores. Aún con eso, he aprendido a sentirme orgulloso de mí mismo siempre, a no rendirme y a regalarle mi mejor sonrisa a todo aquel con el que me cruzo, aunque esté cansado o esté sufriendo. ¡Sonreír es motivador para todos!
P: En 2012 corriste por primera vez el EDP Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón & ½, y desde entonces no has faltado ningún año. ¿Cómo lo viviste la primera vez?
R: Madrid fue mi primer maratón. Estaba nervioso, asustado y muy emocionado. Al principio pensé que no estaba preparado… Pero me equivoqué. Fue una maravillosa experiencia, con grandes momentos de subidón e iba lanzado moralmente. Eso sí, estaba demasiado concentrado. A día de hoy, no permito que la excesiva concentración me impida disfrutar la experiencia, y menos en Madrid.
P: ¿Qué es lo que más te gusta de Madrid?
R: La llegada a meta es la leche. Esa cantidad de gente, todos los ánimos que te dan, la increíble sensación de cruzar la meta apoyado por los madrileños… No hay palabras para describir lo grandes que son.
Es más, incluso en 2015 que cayó “la del pulpo”, los madrileños estaban ahí, bajo la lluvia. No lo podía entender, porque llovía a cántaros. Pero allí estaban pese a todo, con unos ánimos y una sonrisa increíble. Son personas que se entregan al 100 por cien, y eso es una pasada.
Además, yo soy una persona que va buscando marca, teniendo en cuenta las condiciones de ese día. Es decir, la mejor marca que ese día pueda hacer. Pero Madrid es mucho más que mejorar una marca. Lo que mola es disfrutarlo y superarlo, porque tiene un circuito exigente, pero bellísimo.
P: A alguien que está pensando en correr el EDP Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón & ½, ¿qué le dirías?
R: Que no lo dude, porque es un maratón imprescindible. Es uno de los cuatro “Majors Españoles”, de los que los españoles nos debemos sentir muy orgullosos porque hay mucho nivel organizativo.
Y a los que dicen “me da miedo Madrid por sus cuestas” les diría que eso es un motivo aún mayor para correr en Madrid. ¿O acaso debemos dejar que una marca nos impida disfrutar de esta experiencia? ¡Ni de broma!
Madrid es un reto especial que, como todo gran reto, conlleva un sentimiento único. Cuenta con un montón de corredores, un recorrido espectacular en el que el paisaje urbano te deja boquiabierto (y más aún si no conoces la ciudad) y un ambiente maravilloso. Les diría que el EDP Rock ‘n’ Roll Madrid Maratón & ½ no solo es un maratón que mola hacer. Es un maratón que mola repetir.