Tener un compañero con el que poder correr…. ¿Es un regalo o una maldición? Está claro que tener compañía es algo bueno. Pero a veces nuestros compañeros de entrenamiento pueden ser nuestra peor pesadilla… 😊
Los Pros:
- Cuando corres con un colega, la conversación te distrae lo suficiente como para olvidarte de lo cansado que estás.
- Es tu conciencia hablándote a todas horas. Es capaz de sacarte del sofá incluso cuando estás bajo la manta viendo Netflix y comiendo Cheetos. Y eso después se agradece, pues nos sentiremos bien con nosotros mismos.
- Siempre está ahí para vigilar que nadie viene cuando tu estómago se pone rebelde. Y además, siempre tiene pañuelos.
- Si es más rápido que tú, te animará a ir cada vez más rápido. Si es más lento, te subirá la autoestima.
- Pueden mostrarte nuevas rutas que no sabías que existían.
- Si un animal salvaje está a punto de atacar, siempre puedes empujar a tu compañero hacia él para tener ventaja y salir corriendo hacia el otro lado.
- Correr nos hace ser nosotros mismos. Desde el principio, hasta el final. Conocerás las fortalezas, los miedos y las metas de cada uno, por lo que el vínculo que harás con tu compañero será increíblemente fuerte.
Los Contras
- Al igual que estar casado, si corres con alguien siempre tienes que tener en cuenta sus manías y preferencias, incluso sus malos días. Y sin la parte buena del matrimonio.
- Si lleváis un tiempo corriendo juntos y te cansas, tendrás que establecer una estrategia de ruptura. Prueba con el “no eres tú, soy yo…” pero no prometemos que funcione.
- Compartiréis ciertos momentos embarazosos, incluso su lado más asquerosete. No entremos en detalle…
- Ten cuidado con el compañero que elijas. Porque no todos son maravillosos. Están los pesimistas, los que siempre tienen algún dolor, los que casi no hablan… Pero los peores son los que no te paran de hacer fotos cuando más rojo, sudado y lamentable estás, y la suben a todas las redes sociales para acabar con reputación.
Nuestro consejo: a pesar de las desventajas (que son siempre con humor) tener un amigo, o muchos, con los que poder correr nos motivará y muchas veces nos hará rendir al máximo. Y además de compartir increíbles experiencias y de poder cruzar la meta a su lado (algo mágico sin duda) lo mejor de todo es que siempre tendrás a alguien con quien tomarte las cañas de después!