Que el frío no te pare: Consejos para correr en invierno

Cuando uno está empezando en el running o no ha corrido nunca con temperaturas muy bajas, viento fuerte y el asfalto mojado (incluso helado) puede que vea como todas sus motivaciones e ilusiones depositadas en este deporte se congelan.

Es más, son muchos los corredores que, cuando oyen eso de Winter is coming, guardan las zapas de correr y las ponen a hibernar, cual oso pardo del helado Alaska.

Para que esto no te ocurra este invierno, allá van unos consejitos que te darán calor en el peor momento.

Lo primero que tienes que tener en mente es que correr con frío te aportará unos cuantos beneficios que no siempre son conocidos, como la mejora de la resistencia, la quema de más calorías con el mismo entreno en tiempo y ritmos que en verano o el fortalecimiento del sistema inmunológico. Además de todo esto, el hecho de salir del sofá supondrá abandonar nuestra querida zona de confort, algo que, aunque difícil, nos llevará acto seguido a un desarrollo personal muy satisfactorio. Y si no nos crees, con que lo pruebes un día bastará para convencerte. Aquí van unos consejos para vuestros entrenos invernales:

  • Escoger bien la vestimenta: En muchas ocasiones no adaptamos nuestro vestuario runner a las temperaturas exteriores. Más allá de que cada cuerpo tiene un termómetro distinto en su interior, hay algunas reglas generales que debes conocer.

    Revisar las temperaturas y el viento antes de salir: nuestra sensación corporal durante en entreno será de unos 10 grados más que la del ambiente, algo que debemos tener en cuenta cuando vamos a escoger nuestra ropa de entreno.

    Aquí van las dos primeras reglas de oro:

    a) La primera es que es mejor llevar varias capas finas que pocas y gruesas. En el caso de optar por la segunda opción, nuestro cuerpo no podrá transpirar correctamente y eso afectará negativamente a nuestro rendimiento.

    b) La segunda y no menos importante, evitar el algodón para correr. Esto es de primero de correr, pero aún se sigue cometiendo el error. Este material retiene el sudor en lugar de evacuarlo y ayudará a quedarnos aún más fríos.
  • Partes del cuerpo a proteger especialmente: Llevar cabeza, manos y pies bien abrigados ayuda a evitar o retrasar los primeros síntomas de frío, ya que al ser las dos zonas más distales del centro de nuestro cuerpo, serán las primeras en avisarnos de la baja temperatura.
  • Respirar por la nariz: En condiciones de bajas temperaturas es importante respirar por la nariz. Al ser la nariz la vía natural por la que el ser humano está configurado para recibir el aire del exterior, se produce en ella un primer calentamiento que hará menos dañina su entrada a nuestro cuerpo que por la boca.
  • Calentamiento y estiramientos: Esto no debería estar aquí porque como buen runner haces siempre un correcto calentamiento para preparar a la maquina antes de ponerla a pleno rendimiento, del mismo modo que una vez terminada la sesión de entreno llevas a cabo unos ejercicios de estiramiento muscular. Pero como papá y mamá, también sabemos cuando un runner no nos cuenta toda la verdad y por eso te vamos a recordar el motivo por el que es más importante que nunca hacer el pre y el post.

    Con el calentamiento evitamos que el cambio de temperatura sea demasiado brusco y prevenimos riesgos de lesiones musculares por roturas fibrilares.
  • ¡No descuides la alimentación!: Como veíamos en los beneficios, realizando un mismo esfuerzo que en verano nuestro cuerpo gastará mayor número de calorías. Esto supondrá que deberemos variar nuestra alimentación e ingerir más calorías que en la temporada estival. En el tipo de caloría poca variación, sobre todo carbohidratos y proteínas. Ayúdate también de alimentos que sean un buen combustible natural, como el Plátano de Canarias, y que son una fuente de fibra, nutrientes y antioxidantes, así como una mezcla muy saludable de carbohidratos. Por eso es la fruta del runner.
  • Últimos detalles: Y no por ello menos importantes. Recuerda quitarte la ropa sudada tras el entreno en cuanto dejes de hacer ejercicio. Si puedes terminarlo en la puerta de casa mejor que mejor (sabemos que los estiramientos los harás en el salón y no se te olvidarán…) y si tras el entreno tienes que desplazarte en coche hasta casa, es importante llevar muda y ropa para conducir seco hasta el hogar, dulce hogar.

Bonus: Si el día es ventoso (por encima de los 15 km/h el viento empieza a ser molesto para el runner) procura hacer la primera parte del entreno en contra del aire para volver a casa con viento a favor. Lo agradecerás enormemente.

Pues con esto ya estás más que list@ para entrenar en las duras semanas invernales que aún faltan hasta la ansiada primavera. Bueno, con esto y con tus ganas para llevarlo a cabo.

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